
La cita
elegida para este disco es: "Hay que ser absolutamente moderno", de
Arthur Rimbaud.
"Una
temporada en el Infierno" fue considerado como uno de los diez mejores
discos españoles de los 90. En el álbum confluyen varios hechos que
entusiasmaron al público, en especial a los fans. Se trata del segundo larga
duración que hacen Fangoria casi diez años después del disco Salto mortal. Es
el álbum en el que quizá las letras están más cuidadas; pero más accesibles por
ser unas letras más personales.
Este disco
tiene doce canciones y fue grabado en el Estudio Jean en Madrid. Contiene once
temas propios: "Cierra los ojos", "Me odio cuando miento",
"No será", "Contradicción", "Electricistas",
"Cenizas de sangre", "El glamour de la locura",
"Acusada, juzgada y condenada", "Todo lo que amo debe de
morir", "Voy a perder el miedo" y, "'A tu lado". Y
además de esto, la versión de Marshall Jefferson titulada "Abre los
ojos".
Todas las
canciones tienen una velocidad entre media y lenta para promocionar el disco se
elige una canción algo más rápida: "Electricistas"; la canción tiene
muy buena difusión a nivel de radio y de televisión. Posteriormente editan otra
canción con otro videoclip, el tema es "Me odio cuando miento", uno
de los más valorados del disco. El álbum conseguiría vender más de 20.000
copias, colocando a Fangoria en el momento más alto de su carrera hasta
entonces.
A finales de
año, Alaska contrae matrimonio en Las Vegas con el periodista Mario Vaquerizo,
que fue el que se encargó de realizar la promoción de "Una temporada en el
Infierno", ella vestida de Dolly Parton y él de Elvis Presley. Este álbum actualmente ha vendido 25.000 copias.
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